Soy eloisa Alvarez, y mi viaje comenzó en un lugar de desperación y determinada. En 2003, me encontré enfrentando un agujero financiero que amenazaba el bienestar de mi familia. Estaba desesperado por una solución, una forma de cuidar a mis seres queridos cuando todo parecía estar desmoronado.
En aquel entonces, acababa de comenzar a limpiar la casa de mi jefe, solo para darme cuenta de que no sabía nada sobre la limpieza de casas estadounidenses. Fue entonces cuando me topé con un anuncio: "enseño a las amas de casa a limpiar, el Kastle Keeper". Con el miedo y la emoción iguales, llamé al número y pronto descubrí un mentor que cambiaría mi vida para siempre. Fue un salvavidas que me ayudó a hacer la transición del caos a una pasión con propósito.
Mi experiencia previa creando negocios desde cero en México me había mostrado la importancia de empoderar a las mujeres, especialmente cuando son los pilares de sus hogares.
Siempre creí que cuando las mujeres tienen estabilidad y valor en su trabajo, transforma no solo sus propias vidas sino la vida de todas sus familias. Esta creencia me llevó a construir un negocio que apoyaría y elevaría a las mujeres inmigrantes de primera generación, muchas de las cuales compartieron mi herencia y los desafíos de comenzar de nuevo.
"Todos los días, me inspiran las mujeres que han encontrado fuerza y propósito a través de nuestra empresa y por las innumerables familias que experimentan la paz de regresar a casa con un espacio limpio y saludable".
En los primeros días, como llamé a mis clientes para programar la limpieza del día siguiente, dije instintivamente: "¡Es hora de limpieza!" Esa frase simple capturó mi compromiso con el servicio y se convirtió en el nombre mismo de nuestra empresa: ¡Es hora de limpieza!, LLC . Pronto descubrí que mi propia salud era un catalizador para el cambio: mi sistema inmunitario no pudo tolerar los químicos duros en los productos de limpieza tradicionales. Decidido a protegerme a mí y a mis clientes, abrazé la limpieza verde y las prácticas ecológicas. Este compromiso con la limpieza no tóxica y segura no fue solo una decisión comercial: era una forma de cuidar nuestro medio ambiente, nuestros equipos y cada familia a la que servimos.
El crecimiento de mi negocio fue un asunto familiar. Mi esposo, Mario, se unió a mí en la empresa en nuestro tercer año, y juntos aprendimos a compartir responsabilidades y construir un equipo fuerte y dedicado. En 2010, tuve la oportunidad de trabajar como gerente de limpieza para un pequeño hotel local. Este papel, emparejado con nuestras operaciones en expansión, nos permitió aumentar significativamente nuestros ingresos y asumir nuevos desafíos. En el camino, también invirtí en coaching de crecimiento personal, una decisión que no solo abrió puertas para mi negocio, sino que enriqueció la perspectiva de toda nuestra familia sobre la vida y el éxito.
Hoy, ¡es hora de limpiar! es más que un servicio de limpieza: es un símbolo de resistencia, esperanza y el poder de la comunidad. Hemos atendido miles de casas con nuestros ocho equipos dedicados de profesionales que tratan la casa de cada cliente con el respeto que merece. Nos aseguramos de que cada proceso de limpieza sea seguro, utilizando productos no tóxicos como nuestra primera opción y solo recurra a productos químicos más duros cuando sea absolutamente necesario. Nuestro compromiso de prevenir la contaminación cruzada, el uso de microfibras codificadas por colores y mantener un entorno doméstico saludable es algo de lo que estoy increíblemente orgulloso.
Estoy agradecido no solo por el éxito comercial sino por la familia que ha crecido a su alrededor. Nacido en Cleveland pero criado con el vibrante espíritu de la Ciudad de México, conocí a mi esposo Mario mientras terminaba la universidad en México. Nuestra vida juntos se expandió con los niños y más tarde, con nuestra familia extendida trabajando juntos para apoyar este sueño. Todos los días, me inspiran las mujeres que han encontrado fuerza y propósito a través de nuestra empresa y por las innumerables familias que experimentan la paz de volver a casa con un espacio limpio y saludable.
Mi viaje de la incertidumbre al éxito es un testimonio del poder de la resiliencia, la importancia del apoyo de la comunidad y la creencia de que el cuidado de los demás comienza con el cuidado de nosotros mismos.
Nada habla más fuerte que las voces de aquellos a los que hemos servido.
Descubra nuestras críticas ansiosas y vea cómo nuestra limpieza ecológica transforma los espacios en las santuarias donde las familias y las empresas recortan el tiempo de reclamo, restauración de la paz y realmente la paz, y en verdad que nuestra limpieza ecológica transforma con frecuentes Thrive.
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Solo exigimos que estén en su caja o en un dormitorio separado durante el proceso de limpieza para no afectarlas o nuestro personal durante su servicio.
Yes!
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